jueves, 29 de octubre de 2009

lunes, 26 de octubre de 2009

sábado, 17 de octubre de 2009

Nuestra propia madera.

Jorge nos leyó el otro día un artículo publicado por Ángela Becerra en el diario ADN. No puede reflejar mejor lo que pienso.


¿Y tú... qué pintas?

Y qué piensas de la prostitución? ¿Te parece justo lo que ganan algunos futbolistas? ¿Cómo es posible que aún haya piratas? ¿Estás a favor del aborto? ¿Y de las marcas blancas? ¿Cómo vamos a resistir un IVA más alto? ¿No crees que se están pasando con tanta multa? ¿Ya ese cómo se le ocurre fotografiarse con sus hijas junto a Obama? ¿Rajoy ha vuelto a cambiar el color del tinte?

Capas, capas y más capas de pintura. Desastres, desfalcos, desprestigio. Rumores, ruidos, ruinas. Famosillos, falacias, fatiga. Actividad, ansiedad, asco.

Cada semana, máximo cada 15 días, nos tenemos que reprogramar; quienes nos rodean nos reclaman comentarios, opiniones y posiciones, porque "hay que estar al día". El ayer ya pasó, y el hoy se agita mientras se va desvaneciendo para dejar espacio a las nuevas contorsiones del mañana.

Vivimos tan rodeados de ruidos externos que durante demasiadas horas, días e incluso vidas no nos preparamos para disponer de ese constructivo y maravilloso tiempo que es el de escuchar el sonido de nuestras más profundas entrañas, esas que al final de todos los finales se resumen en tres: sentimientos, deseos y prevenciones.

Pasamos los días cubriéndonos de efímeras, rugosas, lacadas, brillantes, sutiles y ásperas capas de pintura de mil y un colorines, y lo único que conseguimos es tapar lo más importante que tenemos: nuestra propia madera.




martes, 13 de octubre de 2009

Prometo no volverlo a hacer.

Prometo no volver a sentirme estúpida por querer más de la cuenta. Porque nunca se quiere más de la cuenta. Nunca es demasiado y nunca suele ser suficiente...
... pero el recuerdo mata.